26 DE JULIO: EVITA Y MONCADA

Por: Orlando Gustavo Pascua

El 26 de julio de 1952 fallece Evita y se convirtió en el faro que ilumina a los cabecitas negras, los descamisados, en su lucha por la dignidad.

El 26 de julio de 1953  un grupo de jóvenes, dirigidos por Fidel,  inspirados en el legado de José Martí asaltaron los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba y al Carlos Manuel de Céspedes en Bayamo demostrando la voluntad de luchar por conquistar la liberación total del pueblo cubano, y la Isla caribeña se convirtió en el faro de la resistencia al imperialismo en la Patria Grande.

Evita fue y es testimonio de lucha. Falleció a los treinta y tres años, pero su potencialidad y capacidad movilizadora de las masas populares se transformaron en conciencia colectiva del pueblo sin intermediación.

Evita se ocupó de los mas necesitados, no por caridad como lo entendían las damas de beneficencia. Lo hacía entendiendo y comprendiendo que donde hay una necesidad hay un derecho.

Hoy en el actual modelo de inclusión Evita está presente, no solo en el discurso, sino en las políticas públicas concretas de reconocimientos de derechos sociales, económicos, políticos y culturales (Asignación Universal, Convenios Colectivos de Trabajo, recuperación del sistema previsional, recuperación de YPF, matrimonio igualitario, ley de género, entre tantos otros derechos)  . Y Moncada también está presente en las políticas de integración latiindoafromericanas (Mercosur, Unasur, Celac).

Ambos testimonios son hoy los faros que nos alumbran el camino de inclusión, igualdad, solidaridad, justicia social, integración de nuestros pueblos, en hermandad y paz.