CÁRCEL DE MÁXIMA SEGURIDAD AFUERA DE LA CIUDAD DE CORRIENTES: 1 de 4 presos de la UP1 ya está alojado en la nueva Penitenciaría.

Esta semana trasladaron a 147, en la anterior los primeros 13. La super­población bajó en 50%. Observacio­nes de organismos de DD.HH. 

DESDE EL SERVI­CIO PENITENCIA­RIO SE DESPLEGÓ UN IMPORTANTE OPERATIVO CON VEHÍCULOS DE TRASLADO DURANTE TODA LA SEMANA. LOS PRESOS FUERON ALOJADOS EN UN PABELLÓN SIN DISTINCIÓN POR EL TIPO DE DELITO. LA OBRA TUVO UNA INVERSIÓN DE $1.900 MILLO­NES. CUENTA CON 150 CÁMARAS DE VIGILANCIA CENTRALIZADA. 

El 25% de los hombres privados de su libertad en la Unidad Penal Nº 1 (UP1) de Corrientes ya fueron tras­ladados a la nueva peniten­ciaría ubicada fuera de la ciudad, según se desprende de datos oficiales. La reloca­lización había comenzado la semana pasada con 13 in­ternos y tuvo un importante incremento durante la se­mana que termina con mo­vimientos los 5 días hábiles, con un promedio de 25 a 30 presos por jornada. De esta forma, a menos de un mes de haber sido inaugurada por el Gobernador, la flamante pri­sión de máxima seguridad ya cuenta con 160 moradores, todos hombres con condena firme por distintos tipos de delitos. En ese sentido, otras fuentes han señalado que en un primer momento el Servi­cio Penitenciario Provincial (SPP) ha alojado a todo este conjunto en un mismo sec­tor sin distinción por el tipo de hecho ilícito por el que se encuentran privados de su libertad, lo que -a su en­tender- podría llevar a con­flictos en el corto plazo si no se los distribuye siguiendo algún tipo de patrón, como ocurría en la UP1 ubicada frente al Puente interpro­vincial, donde por ejemplo, los violadores se encuentran todos en un mismo pabellón debido a las hostilidades de parte del resto de la pobla­ción prisionera. 

Desde el Gobierno pro­vincial se recordó que los traslados iniciaron el miér­coles 25 de agosto, dos sema­nas después de la puesta en funcionamiento del edificio ubicado al costado de la Ruta Provincial 46, que une Lagu­na Brava con San Cayetano y Puente Pexoa; estos movi­mientos continuaron hasta el viernes cuando se alcanzó la cifra de 160 trasladados, lo que significa que 1 de cada 4 presos de la vieja cárcel -en funciones desde 1888- ya fue relocalizado, implican­do una descompresión del hacinamiento en el edificio calificado de “vetusto” por las propias autoridades gu­bernamentales. 

“Los condenados masculi­nos desde la vieja penitencia­ría sobre avenida 3 de Abril, hacia la nueva unidad penal se movilizan en los vehículos dispuestos para la ocasión”, comentaron fuentes oficia­les. Y explicaron que los tras­lados va a ser “progresivos y ordenados pues hay que buscar la ambientación tan­to del personal como de los internos a las nuevas insta­laciones”. 

Según los últimos datos oficiales, la UP1 tenía una superpoblación del 63%, con estos traslados quedó en 19% ya que su capacidad máxima es 380 y todavía hay 453 internos. 

Por su parte, desde orga­nismos no gubernamentales de Derechos Humanos que siguen con atención los mo­vimientos aseguraron que “hoy por hoy todos están juntos en un solo pabellón sin discriminar tipo de deli­tos; están abusadores, ladro­nes y homicidas, y de seguir así la situación es foco de conflictividad a corto plazo”. A esto agregaron que “la dis­tancia y la falta de medios de transporte podrán dificultar el contacto visitas, que está previsto, comienzan la sema­na que viene. Habrá que ver cómo funciona”. Por último manifestaron que el traslado se está realizando “sin finali­zar el año lectivo, y allá aún no funcionarían los talleres ni espacios productivos”.