CINCUENTENARIO DEL INSTITUTO "PRESBITERO MANUEL ALBERTI" DE GOYA

02.06.2014                18:30             GOYA

Al cumplirse 50 años de la fundación, se desarrolló un emotivo acto, con la presencia de autoridades, ex docentes, directivos, profesores y alumnos del establecimiento católico. Fueron emotivas las palabras del Obispo Ricardo Faifer y del rector Gustavo Micelli.
Participaron el intendente municipal Gerardo Bassi, miembros del gabinete municipal, concejales, invitados especiales y familiares de los alumnos entre otros. 
El rector del Instituto Privado Superior Pbro. Manuel Alberti, pronunció un emocionante discurso cargado de anécdotas y agradecimientos en el marco de los festejos por el cincuentenario de la casa de estudios. Destacó los valores firmes sobre los que se ha basado la educación brindada a los alumnos durante los 50 años de vida de la institución.

“Ha llegado el momento que durante todo este tiempo esperamos ansiosos y para el cual hemos estado todo un año preparándonos. Hoy celebramos los cincuenta años de nuestro querido Instituto Alberti. Quisiera comenzar dando las gracias a Dios por permitirnos celebrar este momento y a todos los presentes por estar aquí compartiéndolo con la misma emoción de quienes hoy tenemos el grato honor de recibirlos", dijo el rector.
"Este momento nos permite reencontrarnos con la historia, presente y pasado de una institución educativa que se ha ganado su prestigio y reconocimiento de toda una sociedad mediante un trabajo serio y continuado, de todos aquellos que han transitado por sus aulas. Basado en valores firmes —entre otros— de solidaridad, responsabilidad y amor por el prójimo. Es un momento para repasar los hechos, historias y anécdotas de la vida institucional.” destacó entre otros conceptos Gustavo Micelli.

OBISPO FAIFER

Por su parte, monseñor Ricardo Faifer, hizo propia las palabras del Papa Francisco, y dio su mensaje con el título: "¿porqué amo la escuela?, destacando entre otros conceptos que: "Siempre hay una mirada que te ayuda a crecer".
"Tengo la imagen de mi primera maestra, aquella mujer, aquella maestra que me recibió a los seis años, al primer nivel de la escuela. Nunca la olvidé. Ella me hizo amar la escuela. Y luego he ido a encontrarla durante toda la vida hasta el momento en que falleció, a los 98 años. Y esta imagen me hace bien. Amo la escuela porque aquella mujer me enseñó a amarla. Este es el primer motivo por el que amo la escuela" dijo el prelado.
Remarcó que "Ir a la escuela significa abrir la mente y el corazón a la realidad" añadiendo que: "Amo la escuela porque es sinónimo de apertura a la realidad. ¡Al menos así debería ser!. Ir a la escuela significa abrir la mente y el corazón a la realidad, a la riqueza de sus aspectos, de sus dimensiones. ¡Y nosotros no tenemos derecho de tener miedo de la realidad! La escuela nos enseña a entender la realidad. Ir a la escuela significa abrir la mente y el corazón a la realidad, en la riqueza de sus aspectos, de sus dimensiones. ¡Y esto es bellísimo!.  Si uno ha aprendido a aprender, esto le queda para siempre, permanece una persona ¡abierta a la realidad!" dijo Faifer

La escuela es un lugar de encuentro

Puso de relieve que "otro motivo es que la escuela es un lugar de encuentro. Porque todos nosotros estamos en camino, ¿eh? Poniendo en marcha un proceso, activando una vía. La escuela  no es un estacionamiento. Es un lugar de encuentro en el camino. Se encuentra a los compañeros; se encuentra a los maestros; se encuentra al personal asistente. Los padres de familia encuentran a los profesores; el director encuentra a las familias, etcétera. Es un lugar de encuentro. Y nosotros hoy tenemos necesidad de esta cultura del encuentro.  Para encontrarnos, para conocernos, para amarnos, para caminar juntos".

La educación no puede ser neutra-

Finalmente dijo: "Y también amo la escuela porque nos educa a lo verdadero, al bien y a lo bello. Las tres cosas van juntas. La educación no puede ser neutra. O es positiva o es negativa; o nos enriquece o nos empobrece; o hace crecer a la persona o la deprime, incluso puede corromperla. En la educación es muy importante asumir  que: ¡siempre, es mejor una derrota limpia que una victoria sucia! ¡Recuérdenlo!. Esto nos hará bien durante toda la vida. Digámoslo juntos: siempre es mejor una derrota limpia que una victoria sucia".
Porque "la misión de la escuela es desarrollar el sentido de lo verdadero, el sentido del bien y el sentido de lo bello. Y esto ocurre a través de un camino rico, hecho por tantos "ingredientes". ¡Es por esto del por qué existen tantas disciplinas!.  Porque el desarrollo es fruto de diversos elementos que actúan juntos y estimulan a la inteligencia, a la consciencia, a la afectividad, al cuerpo, etcétera".
"De esta manera cultivamos en nosotros lo verdadero, el bien y lo bello; y aprendemos que estas tres dimensiones no están jamás separadas, sino siempre entrelazadas. Si una cosa es verdadera, es buena y es bella; si es bella, es buena y es verdadera; y si es buena, es verdadera y es bella. Y estos elementos juntos nos hacen crecer y nos ayudan a amar la vida, también cuando estamos mal, también en medio a los problemas. ¡La verdadera educación nos hace amar la vida y nos abre a la plenitud de la vida!" expresó
Finalmente quisiera decir que "en la escuela no solamente aprendemos conocimientos, contenidos, sino que aprendemos costumbres y también valores" añadió el Obispo de Goya

"Juntos. Se educa para conocer tantas cosas, o sea tantos contenidos importantes, para tener ciertas costumbres y también para asumir los valores.Por favor,  ¡no nos dejemos robar el amor por la escuela!.  Gracias!