EL ARZOBISPOAPUNTÓ QUE FALTAN OBRAS EN LA CIUDAD. "LA PERIFERIA ESTÁ ABANDONADA"

13.04.2014             03:00        CORRIENTES

En una visita al barrio San Marcos, el pastor de la Iglesia correntina destacó la pobreza que hay en las calles. “Dios no quiere esto”, dijo.

El arzobispo de la Arqui­diócesis, monseñor Andrés Stanovnik, dio la bendición a los jóvenes correntinos que ayer salieron a misionar por el barrio San Marcos, en el marco de la primera me­gamisión pastoral juvenil. “Debemos salir a embarrar­nos para llevar la palabra de Dios a todos”, dijo invitan­do a los misioneros a cami­nar por la humilde barriada. 
En la mañana, Stanovnik participó de las actividades que se realizaron en una de las zonas periféricas de la Capital. Los jóvenes de toda la Arquidiócesis se reunie­ron para recorrer en misión evangelizadora el barrio San Marcos. Como inicio de la Semana Santa, el ar­zobispo se dirigió a ellos y destacó el valor de tomar las enseñanzas de María, Quien supo caminar por el barro en varias oportuni­dades. 
Tras la lluvia del viernes, el barrio volvió a mostrar sus calles en mal estado. Allí el barro impide el trán­sito de los vecinos y quie­nes quisieron llegar a la ca­pilla debieron cruzar varias calles llenas de agua. 
Sin embargo y pese a la llovizna de la mañana de ayer, hasta el lugar llegó un centenar de jóvenes con la misión de ir casa por casa para llevar la Palabra de Dios y el mensaje de Fran­cisco. 
Antes de salir y luego de recibir a la imagen peregri­na de la Virgen de Itatí y del madero milagroso, Sta­novnik se dirigió a los pre­sentes que por primera vez salían a recorrer la periferia de la ciudad. “Me pregunto, ¿qué hacen tantos jóvenes hoy en un barrio lleno de barro, un barrio que no es lindo, pero tiene un mon­tón de gente que es lo que lo hace lindo?”, comenzó su alocución. 
Al hablar de las condicio­nes de la barriada el prela­do destacó las falencias del lugar. “Este podría ser un lugar lindo si tuviera asfal­to, si tuviera cloacas, cosas mínimas para que su gente deje de vivir en la pobreza y en la marginalidad”, dijo Stanovnik. 
Luego remarcó que la si­tuación del San Marcos no es un caso aislado en la ciu­dad ya que la realidad del barro en las calles se mul­tiplica en la periferia de la Capital. “Hoy estamos acá para embarrarnos juntos y llevar la Palabra de Dios a quienes más la necesitan”, sintetizó. Y luego remarcó: “Dios no quiere la pobre­za de estas calles donde su gente debe acostumbrarse a vivir así”./Norte.