EL LADRÓN JUZGA A TODOS POR SU CONDICIÓN, REZA UN VIEJO ADAGIO DEL SABER POPULAR

30.01.2013          14:00      CORRIENTES

Por: Araceli Ferreyra

Y es lo que parece hacer nuestro Señor Gobernador; estaba muy acostumbrado a meter mano en las internas de otros partidos además del suyo;  así se fomentaron los Karlen y otros más para que armen listas por fuera de sus propios partidos.

Entonces, hoy cuando el invento mediático que usó electoralmente para competir en el 2009 se le planta y le dice “acá estoy” y pide pista para separar su destino del ocaso ricardista, ve sombras, entelequias y conspiraciones como las que tantas veces pergeñó.

En realidad ese es otro síntoma de que las aguas electorales se le enturbiaron y le son esquivas. No fue suficiente el aumento de legisladores provinciales con la excusa formal del aumento poblacional. No es suficiente con amagar con la requetecontra re de intendentes afines por fuera de lo que marca la Constitución. No le sirvió el pretendido disciplinamiento judicial de propios y adversarios. No le sirvió intentar forzar los turnos eleccionarios promoviendo el desdoblamiento infundado de las elecciones provinciales, queriendo separar las de gobernador de las legislativas, y ambas de las nacionales, incrementando hasta el paroxismo el gasto electoral en una provincia signada por la pobreza.  

Y es que se reemplazó la construcción de legitimidad de cara a los ciudadanos y sostenida en la gestión por maniobras, roscas y billetera.

Ayer, el sueño reeleccionista le fue abortado por traiciones cercanas; hoy es su propia conducta la que lo aleja del favor popular. Es un político avezado y sabe bien que los números electorales marcan un crecimiento constante y sostenido del joven intendente capitalino que no puede detener y que preanuncian una oleada de cambio tan fuerte como un tsunami.  Se menosprecia la juventud, olvidándose de la propia juventud al suceder, en las postrimerías de aquel estrepitoso diciembre del 2001, a la infausta intervención federal de su correligionario Aguad, con quien se abraza para despotricar contra el gobierno nacional pese al estropicio que significó para los correntinos su gestión.

Cuando cifra sus esperanzas en un apartidario devenido en vicegobernador por pedido de la Dra. Carrió, es porque no tiene a nadie de sus filas que mida alguito, aunque más no sea. Esperanzas que están hilvanadas a un derrotero no exento de cuestiones judiciales hasta ahora manejadas a gusto y piacere.

El anuncio de que el Encuentro de Conservadores y Oportunistas (ECO) gana por más de 20 puntos en la Capital correntina parece parte de la jarana carnestolenda que anima estos días de calor y cortes de electricidad contemporáneos. Pero debería tener cuidado y no creer en espejitos de colores, a la luz de lo que le pasó al otro Colombi cuando, consumada la derrota electoral del 2009, su gurú de imagen y  encuestas lo tenía tan convencido de que había ganado, que hizo el papelón de convocar a todo su staff para anunciar un triunfo que las urnas no consagraban.

La locomotora del progreso y el bienestar pasan por otro lado y ya es hora de que de una buena vez y por todas, sin condicionamientos, sin especulaciones mezquinas, sin anteponer intereses personales y partidarios, Corrientes se sume a las transformaciones estructurales que vive ese país llamado Argentina del que somos parte fundante, aunque algunos sigan con aquello de república aparte.