EL PELIGRO DE ESCONDER LA VIOLENCIA ESCOLAR

27.09.2013         01:30             CORRIENTES

 DANIEL CARAM
 

Un nuevo escándalo sacude la ciudad de Corrientes, ante la noticia de un chico de nueve años que fue armado a la escuela en el barrio Güemes. Más grave aún de la situación en sí, que repite una problemática casi constante en los últimos tiempos, es que las autoridades de la Escuela Nº139 Ambrosio Acosta, pidieron a los padres que no hagan trascender lo sucedido, y que todo iba a arreglarse puertas adentro.

Tal es así, que el propio cuchillo que esgrimió el chico de 9 años, estaba –hasta esta mañana- secuestrado en la Dirección del establecimiento.

Fue Héctor Encinas, padre de otro chico que concurre a la misma escuela, quien denunció públicamente el caso. Y lo hizo justamente por la indignación que le causó el escuchar lo que pretendieron los docentes.

El alumno que llevó el arma blanca concurre al Tercer grado F, y tiene serios problemas de conducta. Su madre trabaja en un bar en horario nocturno.

La postura de los docentes

Vale analizar lo decidido, en el momento, por las autoridades de la escuela intentando ‘tapar’ el hecho.

¿Qué pasa?. ¿Se buscó descomprimir la situación?. ¿Hubo conmoción entre todos y se buscó calmar los ánimos?. ¿O tienen instrucciones ‘de arriba’ de ‘tapar’ y/o ‘esconder’ este tipo de hechos?.

La última pregunta toma fuerza debido a trascendidos que indican que los maestros tienen “la orden” de no hablar de estos temas, y menos con los medios.

El fracaso estrepitoso de los métodos instrumentados para intentar contrarrestar la problemática llevaron, se presume, a que se ‘solicite’ esa colaboración.

Esto lleva a la obvia definición: la cantidad de casos similares o de más gravedad que suceden y no trascienden.

No se puede ni se debe endilgarles a los docentes responsabilidad alguna por cumplir una orden, y menos aún plantearles la búsqueda de soluciones ante una problemática tan compleja. Está claro que son otros los que deben definir qué pasos seguir.

Testimonio

“Al enterarnos, con un grupo de padres nos acercamos a la escuela. No tuvimos acceso a la dirección, pero supimos que ahí se secuestró el cuchillo. Le dijimos que íbamos a hacer la denuncia correspondiente, incluso tenemos una reunión este mediodía y nos dijeron que tratemos de mantener esto en secreto”, expresó el hombre que denunció el hecho en los medios.

“Somos padres y sabemos que tiene que tener una contención psicológica, nos enteramos que la mamá no podía acercarse a al escuela porque trabaja en un bar de noche. Nosotros queremos saber si se están toando cartas en el asunto, si hay un profesional a cargo, la maestra no dijo que no había nada ni un psicólogo, nada” señaló.