LUEGO DEL MOTÍN EN LA ALCAIDIA DE SAENZ PEÑA TREMUEVEN AL JEFE DEL SERVICIO PENINTENCIARIO CHAQUEÑO

22.01.2013        16.00    RESISTENCIA, CHACO

El ministro de Gobierno, Justicia y Seguridad, Juan Manuel Pedrini, informó que fue reemplazado en su cargo el jefe de Servicio Penitenciario, José Benítez. En su lugar asumirá funciones, el comisario General, Gustavo Peña, actual subjefe de policía. El violento motín con toma de rehenes y portación de armamento por parte de los internos producido este lunes en el Complejo Penitenciario Nº 2 de Presidencia Roque Sáenz Peña ya le costó el cargo al Jefe del Servicio Penitenciario Provincial, José Luis Benítez. 


En su puesto asumirá el actual subjefe de la Policía del Chaco, Gustavo Damián Peña. La noticia fue confirmada por el ministro de Gobierno, Seguridad y Justicia, Juan Manuel Pedrini, y difundida oficialmente por el gobierno chaqueño. 

Vale recordar que la situación de Benítez distaba de ser la ideal porque durante su gestión ya se habían producido otros motines y protestas de internos tanto en la Alcaidía de Sáenz Peña como también en la ubicada en Resistencia, fundamentalmente en reclamo de mejores condiciones de detención por parte de los internos. Este motín, sobre el cuál todavía no se informó oficialmente la cantidad de prófugos, fue el que detonó su salida del cargo.

Benítez fue el primer Jefe de la Policía del Chaco designado por la gestión de Capitanich –cuando Jorge Alcántara se desempeñaba como ministro de Gobierno-, quién debió abandonar ese cargo luego de los incidentes producidos en la peatonal de Resistencia entre vendedores ambulantes y trabajadores de la Municipalidad de Resistencia, el mismo día en que asumía como ministro de Gobierno, Domingo Peppo, quién en su lugar designó al Comisario General Héctor Hugo Lisboa.

Posteriormente, en marzo de 2010 Benítez fue designado al frente del Servicio Penitenciario y de Readaptación Social, creado el 22 de abril de 2008 por el gobernador Capitanich, y también fue ratificado en 2012, pese a las fuertes críticas de organizaciones sociales y de derechos humanos por las pésimas condiciones de detención en las unidades carcelarias que dependían del Servicio Penitenciario.