MONSEÑOR ANDRÉS STANOVNIK " SÓLO BAJO LALUZ DE LA FE SE PUEDE EDIFICAR UNA CIUDAD PARA TODOS"

24.09.2013            21:26            CORRIENTES
 

Monseñor Andrés Stanovnik presidió la misa central de los actos en conmemoración a la Virgen de La Merced y en éste sentido remarcó la necesidad del valioso camino del diálogo en el ámbito del "matrimonio, la familia y en la vida institucional, especialmente por nuestros gobernantes para que por medio de su ejemplo todos nos sintamos estimulados a valorarnos mutuamente a saber que el otro siempre tiene algo bueno que aportar".

Monseñor Andrés Stanovnik en su homilía transmitió la importancia de la fe en Dios y afirmó que "Dios es alguien confiable, apoyarse en él es seguro, así lo confiaron nuestros próceres", recordó.

"La fe en Dios no es sólo para el más allá, sino para el más acá, mucho más acá de lo que nos imaginamos, la puerta de entrada fue la Virgen madre, ella fue la prueba de la cercanía en Dios", señaló.

"La fe y el bien común van de la mano siempre, dijo y relacionó al bien común con la construcción de una ciudad mejor. En éste sentido recordó algunas palabras del Papa Francisco y sijo que que "hay que trabajar para que hayan condiciones dignas para todos y para que sea respetada, cultivada la creación de Dios".

"La luz de la fe no sólo luce para el más allá sino para edificar nuestra ciudad, para edificar en la caridad una ciudad construída sobre aspiraciones que tiene como fundamento el don de Dios".

"Si la fe en Dios es amor y libertad, la idolatría lleva el miedo y la esclavitud, es la esclavitud al servicio exclusivo de poderes o partidos, el sexo sin amor, la droga, el juego, eso es la idolatría".

"La fe a la Virgen no le profirió explicaciones con su embarazo ni al destierro que tuvo que vivir con su hijo ni al trato inhumano que dieron a su hijo".

"Al hombre que sufre Dios no le da un razonamiento que explique todo sino que se corresponde con una presencia que acompaña, la fe en Dios nos libera, nos ayuda ver a un hermano en cada hombre y en cada mujer".

Asimísmo consideró que "el diálogo es el camino que Dios eligió para comunicarse con nosotros que nos guía con su palabra y su presencia, esa es la gran Merced".

"Nuestra Señora de La Merced te damos infinitas gracias y te pedimos por nuestros gobernantes para que por medio de sus ejemplos todos nos sintamos estimulados a valorarnos mutuamente a saber que el otro siempre tiene algo bueno que aportar", finalizó.