SACERDOTE ALVEARENSE CONOCIDO DEL PAPA CONCURRE A SU ENCUENTRO EN RÍO DE JANEIRO

 16.07.2013         16:00       ALVEAR

Walter Disanti

Con mucha emoción alista el equipaje con el que partirá a Río de Janeiro, Brasil. Formará parte de la muchedumbre que participará de la XXVIII Jornada Mundial de la Juventud que se desarrollará del 22 al 29 de julio con la presencia del papa Francisco. Si bien estará entre las miles de almas movilizadas por la convocatoria católica, el sacerdote correntino Iván Dornelles sabe que él no es uno más. Viajará saboreando un reencuentro con un viejo conocido, que devino en el Santo Padre y que desde su designación el 13 de marzo pasado, tiene la misión de conducir y ser el pastor de la feligresía en todo el mundo.

El 17 de marzo de 2007, el religioso correntino fue ordenado diácono de la iglesia católica por el entonces cardenal Bergoglio. Como parte de la delegación de la comunidad de la parroquia San Saturnino y San Judas Tadeo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el padre Iván se apronta para el esperado reencuentro. Se trata de una nueva oportunidad de responder a lo que sintió como el llamado de Jesús en los años 2000 cuando siendo abogado en ejercicio de la profesión y estando de novio, dejó todo para entregarse al servicio de Dios.  

El padre Iván, oriundo de Alvear, lo conoció al papa Francisco cuando siendo Jorge Bergoglio asumió como arzobispo de la ciudad de Buenos Aires en 1998. A partir de 2000 empezaron a relacionarse cuando el correntino ingresó en el seminario. “Teníamos un trato muy paternal, cercano”, retrató el cura alvearense.

A partir de 2007, donde Iván fue ordenado sacerdote, y hasta el viaje de Bergoglio al Vaticano para elegir al sucesor de Benedicto XVI, se siguieron viendo cada vez que las actividades y agenda de ambos lo permitían.

“Esta edición de la Jornada Mundial de la Juventud será la oportunidad para que muchos lo vean por primera vez. Para nosotros también será la primera vez, pero que lo vamos a ver como papa. Es tremenda la emoción que sentimos”, confesó.

El religioso es vicario de la Parroquia San Judas Tadeo, en el barrio de Bajo Flores de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Tiene como misión arquidiocesana la asesoría del Área Aspirantes de Acción Católica, en la coordinación diocesana del área de niños de la Acción Católica; y también es director ejecutivo de la Vicaria Episcopal para niños desde hace dos años. “En este lugar teníamos un mayor contacto con el entonces cardenal, ahora el papa Francisco”, contó.

El abogado alvearense que eligió

“En 1998, luego de seis años de estudio en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Buenos Aires, me recibí de abogado. Estaba de novio, trabajaba en la Auditoria General de la Nación, pero todo eso no me hacía feliz. Necesitaba algo más, algo más profundo. Y apareció alguien, Jesús que me conmovió, me enamoro y me dijo sígueme”, sintetizó el padre Iván el proceso por el cual atravesó para convertirse en sacerdote.

“Desde que ingresé al seminario en 2000 nunca sentí una duda vocacional, y eso es un regalo de Dios, no un merito mío. Si Dios te llama, Él te sostiene”, afirmó. “He recibido en estos años de sacerdote mucho más de lo que yo doy. Es inmensa la alegría de servir a Dios y a los hermanos. ¡Soy Feliz realmente!”, expresó.

“Dios me pide que este al lado de su pueblo, en especial siento mucho entusiasmo trabajando para con los niños. La infancia a veces es tomada como algo futuro, prepararlos para el mañana, y en realidad son un presente: hoy pueden conocer a Dios, hoy pueden ser felices, hoy necesitan afecto. También importante trasmitir alegría y paz a los que nos rodean”, dijo Iván al repasar su vocación.

Para llegar a sacerdote el padre Dornelles fue diácono, perito mercantil, profesor de piano, abogado y bachiller y docente en Teología. Todo comenzó un 26 de abril de 1974, cuando nació en Alvear, fruto del matrimonio de Jorge Dornelles y Vilma Simón. Completan la familia otros tres hermanos.

Los estudios primarios los cursó en la Escuela Nº 123 “José C. Belmont”. Los secundarios en la de Comercio “Mamerto Acuña”, donde egresó en 1991. Paralelamente recorría semanalmente cinco cuadras en bicicleta por la calle Hermanos Gómez, desde su casa hasta la de la profesora de música, Nélida Alfonso, para tomar clases de piano. Era frente a la plaza principal del pueblo, que se llama 9 de Julio. Es hincha de Boca Juniors y en su tiempo adolescente ayudó en la producción periodística y comercial del semanario gráfico Impacto y del programa radial Impacto Deportivo que se emite por LT 21 Radio Municipal Alvear, de su ciudad natal.

Desde 1992 hasta 1998, estudió Derecho en la UBA, recibiéndose de abogado. Trabajó como profesional en un juzgado y una fiscalía civil y comercial en la ciudad de Buenos Aires. También tuvo experiencia laboral en la Auditoria General de la Nación.

En 2000, buscando concretar su sueño de ser un hombre de la iglesia, ingresó en el seminario metropolitano de Villa Devoto (ciudad de Buenos Aires). Como seminarista realizó tareas pastorales en las parroquias de Medalla Milagrosa, Niño Jesús y Santa Elena. En 2006 se recibió de bachiller y profesor en Teología, títulos obtenidos en la Universidad Católica Argentina.

En Río de Janeiro

El padre Iván partirá hacia Río de Janeiro el 21 de este mes y junto a la delegación se quedará hasta el 29. “Todos los días tendremos una catequesis por la mañana, dictada por obispos de todo el mundo. Por las tardes habrá espectáculos culturales a los que se podrán asistir, o bien, en el tiempo libre se podrá optar por recorrer la ciudad. En las tardecitas, durante toda la jornada, se realizarán misas masivas”, adelantó el sacerdote alvearense que misiona en Buenos Aires.

Su trabajo pastoral está en el barrio de Bajo Flores. Allí residen familias de clase media y baja. “La mayoría de las personas viven muy cansadas y tristes por la inseguridad. Muchas de ellas sin una casa digna y con mucho miedo de que los hijos caigan en la droga o alcohol. Necesitamos de forma urgente que todos vivamos con dignidad”, afirmó el padre Iván que con esperanzas de un mundo mejor alista su alma emocionada para el reencuentro con un viejo conocido, y tomar contacto por primera vez con el papa Francisco/AlvearNoticias.